Mushishi

En japonés, "mushi" significa "insecto" o "bicho". En esta serie los Mushi son criaturas de diversas formas y tamaños, más relacionados a los microorganismos y los hongos. Pocos humanos son capaces de verlos con lo que su apariencia se desconoce. Estas criaturas también pueden habitar cuerpos humanos como parásitos dando lugar a variadas consecuencias según el caso. 
Nuestro protagonista, Ginko, es un experto en Mushi y viaja para investigar y conocer más a sobre ellos. En su camino ayuda a personas con problemas por sucesos paranormales relacionados con los Mushi. Ginko toma como pago, objetos relacionados con los casos de Mushi que ha resuelto para venderlos a coleccionistas. La historia se sitúa entre la era Edo y el Japón feudal.


Manga y Anime

Se trata de una historia catalogada como Seinen escrita y dibujada por Yuki Urushibara, serializada en la revista Aftermoon de la editorial Kodansha. LA publicación comenzó en 1999 y finalizó en 2008 completando un total de 10 tomos. 

 

En cuanto al anime, el estudio Artland se encargó de su animación y Hiroshi Nagahama fue elegido como director. La serie comenzó su emoción el 22 de octubre de 2005 y finalizó el 18 de junio del 2006 tras completar 26 episodios.
El anime adapta parcialmente el manga, tomando historias autoconclusivas que generalmente duran un episodio e ignora la historia personal del protagonista, excepto por el episodio 12 donde vemos algunos vestigios de su pasado.

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Live Action

El día 24 de marzo de 2007 se estrenó en Japón una película live action dirigida por Katsuhiro Otomo y producido por Sumnim Park y dura unos 131 minutos.


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Reflexión

Mushishi es una historia fuera de lo común o de lo que podríamos llamar comercial o popular. Se trata de una apuesta ecológica y espiritual con referencias a la cultura, la mitología, religión y la conciencia humana en un individuo que carece de recuerdos de su pasado y que se ve obligado a vagar de pueblo en pueblo ya que se presencia atrae e aquellas inusuales criaturas. Pero tal vez lo mas llamativo del protagonista sea su apariencia, a diferencia de la época en que vive, él se viste como un hombre moderno; vemos entonces un personaje no solo inusual para el espectador sino inusual para el propio contexto en que se desenvuelve.

La animación muestra un gran reflejo de los aspectos espirituales de esta serie, un detalle y calidad tan inusual como la propia historia y que hacen de este producto una verdadera pieza de culto. A diferencia de lo que solemos ver en la mayor parte de las adaptaciones animadas, el anime de Mushishi presenta una calidad de animación que respeta y coincide con los conceptos de la historia de una forma muy superior al manga.

Al tratarse de una animación que finalizo antes del manga, argumentalmente podríamos haber esperado modificaciones desastrosas en el guión, pero no fue así, los animadores supieron darle a la historia un final acorde y a la vez lleno de incertidumbre que nos obliga a seguirla en su versión sobre papel.